viernes, 8 de enero de 2010

El show de Lluïsa

Lo admito. En alguna que otra ocasión, cuando pienso en una canción y de repente suena en la radio; cuando alguien me mira y se gira rápidamente o cuando tengo la sensación que he vivido esa situación, pienso ¿estaré viviendo mi propio show com en la película El Show de Truman? Sí, es cierto, soy una persona a la que las películas -no todas- le dejan huella, pero, en esta ocasión, quizá no toda la culpa sea de las películas. El control social invade nuestras vidas y las cámaras forman parte de nuestro día a día. Eso no significa que cada uno de nosotros viva en su propio Gran Hermano, planteado por Geroge Orwell en su magnífia 1984; pero sí que es cierto que nuestros movimientos son controlados y, aunque parezca mentira, muchos de nuestros pensamientos también. Cuando navegamos por internet y accedemos a un tipo de páginas y no a otras, los datos son recogidos hasta tal punto, que acabamos recibiendo e-mails con información sobre algo que nos gusta sin ser conscientes de que nosotros mismos, de manera inconsciente, hemos dado esa información.

J.M Perceval nos planteaba en su clase: ¿Será el siglo XXI una carcel de cristal? Podría parecer exagerado la primera vez que lo piensas, pero si te fijas un poco en tu alrededor -ya no sólo las cámaras, aunque cada vez hay más-, sino en algo tan "inocente" como las redes sociales; Facebook, por ejemplo, donde es imposible dar más información personal de la que se da; te das cuenta de que no es una idea tan descabellada.

Por Lluïsa Oller

No hay comentarios:

Publicar un comentario