viernes, 8 de enero de 2010

Tardábamos en hablar de José María Perceval

Y tardó demasiado el señor Perceval en pedirnos que habláramos de él. Yo no soy de esas personas que lo tuvo ya en primero. No. Soy de esas que se lo encontraron en tercero, en la asignatura de periodismo especializado (Cultura) y que aprendió muchas cosas de los Moriscos.

En ese caso el señor Perceval, siempre educado y cercano, ya avisó desde el primer día que quería múltiples referencias a su persona en nuestros blogs. Y así lo hicimos. Yo concretamente, para no gastarle el nombre, le acostumbraba a apodar El Sabio, pues si en algo debemos coincidir todas las personas que hemos pasado por sus clases es que, este hombrecillo de andares despreocupados, sabes muchas cosas.

Quizá por eso decidí apuntarme al seminario. Sabía que sus clases no distarían mucho de las de Cultura y, por tanto, aprendería cosas sin necesidad de tomar demasiados apuntes (eso siempre es bueno). Para ser honestos también hay que decir que a veces sus clases se me hacen cuesta arriba porque, sobre todo el año pasado, había momentos en que nos salían moriscos por las orejas, pero si estoy repitiendo con él por gusto no debió ser tan malo.

Es mejor un profesor que te haga pensar, que uno que te haga simplemente copiar. Así es el señor José María Perceval.

Por Esther Valenzuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario